sábado, 28 de noviembre de 2015

Tarde de cine: Thrillers psicológicos

1 comentarios
   ¿Qué es lo que más os apetece para una tarde de sábado en la que te vas a quedar en casa? A parte de leer un buen libro, eso es obvio, de vez en cuando me pongo una película para ver con manta en el sofá. Soy gran fan del cine en general y de las series de televisión, pero si tuviese que elegir mi género favorito serían los thrillers psicológicos. Por eso os traigo mis películas favoritas de este género.

   Mindscape (Anna) es una película que conocí por su tráiler cuando la estrenaron, aunque nunca llegué a recordar su nombre por lo tanto no pude llegar a ver. Hace poco la he podido ver por fin y ha sido toda una revelación.
   John (Mark Strong), un experto en acceder a los recuerdos ocultos de las personas mediante métodos de regresión, es asignado a un nuevo caso después de estar un tiempo inactivo: Anna (Taissa Farmiga) es una problemática e inteligente chica de dieciséis años que se niega a comer. Al principio parece un caso fácil de una niña mimada rica que quiere llamar la atención, pero poco a poco John se da cuenta de que no todo es tan fácil como parece.
   En pocas palabras os diré que es mi película favorita. La intriga, el suspense y los juegos con tu mente son constantes, la película es un no parar. No es una película tranquila y mucho menos lineal, los giros de trama son constantes y no podrás apartar la mirada de la pantalla en ningún momento. Lo mejor sin dudas es el final. 

   Regresión es la última película del director español Alejandro Amenábar, el cual es bastante famoso al menos en España. Sin haber visto nada de este director fui al cine a verla principalmente porque sale Emma Watson. Sí, soy así de simple. Sin embargo me he encontrado con muchísimo más.
   En un pequeño pueblo de Estados Unidos, en pleno auge de los rumores constantes de rituales satánicos, el detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) empieza a llevar el caso de un padre acusado por su hija Angela (Emma Watson) de haber abusado de ella. El problema es que el padre no se acuerda de ese momento. 
   Entré con la idea de ver a la famosa actriz en un nuevo papel. Salí de allí habiendo conocido a uno de mis nuevos directores favoritos. Una película muy oscura y más que intrigante, yo lo describiría como tensa. Sin embargo, el final me decepcionó un poco, a la vez que me maravilló. 

   No puedo hablar de thrillers psicológicos y no hablar del galardonado Cisne negro. Soy muy fan de conocer las películas nominadas a los Óscars o a Los globos de oro, así que me llamó mucho la atención que Natalie Portman ganase el óscar y el globo de oro (y muchos premios más) a mejor actriz protagonista. 
   Nina Sayers (Natalie Portman) es una bailarina de ballet que cuando se le presenta la oportunidad de ser la bailarina principal de El lago de los cisnes hará todo lo que esté en su mano, o mucho más, por obtener el papel.
   Parece una película dulce por el tema del ballet. Nada de eso. El ballet está muy presente, cosa que no me molesta porque a mí me gusta, y le da mucho ritmo a la película. Comprendo perfectamente por qué Natalie Portman fue galardonada por esta película, aunque también me gustaría destacar el trabajo de Mila Kunis, que hace un papel fantástico. Es una película mucho más oscura de lo que parece y con unos giros psicológicos prácticamente perfectos, teniendo la capacidad de engañarte más de una vez.

   Aunque las dos primeras películas puedan parecer iguales, no lo son. Es cierto que se pueden parecer levemente, el motivo por el que creo que me gustan ambas, pero cada una de las tres películas que os he recomendado es única en su totalidad. Espero que le deis una oportunidad a alguna de ellas porque son casi obras maestras del cine, unas más reconocidas que otras, sobre todo del thriller psicológico. Me gustaría muchísimo que me recomendaseis alguna de este estilo o que me comentéis vuestra opinión acerca de estas tres.

Ekaterina. 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Con ganas de más

2 comentarios
¿Qué tal? Ya va quedando menos para las vacaciones de Navidad, un respiro para tantos exámenes y clases. Hasta que no lleguen las vacaciones voy a ir a tiro hecho con las lecturas, sin experimentos raros, por qué realmente es lo que apetece ahora mismo, al menos a mí. Por eso os he traído tres libros que comparten estilo, por si habéis leído alguno de ellos y como son auto-conclusivos os habéis quedado con ganas de más.

Empecemos con un clásico: El guardián entre el centeno, uno de los clásicos más censurados. Para mí toda una joya de la literatura, sin tener nada que envidiarle a otros con más reconocimiento. En él se nos expone las vivencias de Holden Caulfield después de que se vaya del internado donde está a Nueva York. Holden es un personaje observador y algo marginal, pero sobre todo con una peculiar y gran personalidad. Las múltiples reflexiones desde el punto de vista de este adolescente me parecieron excelentes y muy curiosas, a la vez que me encantaron. Una pena que el libro sea tan reducido, porque me gustaría tener más Holden para rato, el cual odias o amas desde un principio. La trama puede parecer sencilla, pero tiene tanto trasfondo que le dan un gran valor reflexivo e inspirados. 
Mi reseña

Seguramente este libro lo conoceréis bastante más: Las ventajas de ser un marginado o Las ventajas de ser invisible. Charlie, un chico tímido y sin amigos, le escribe cartas a una persona anónima, en la que les cuenta el transcurso de su vida: las clases en el nuevo instituto, los amigos que empecerá a hacer, los problemas y las alegrías… En el libro podemos apreciar su evolución desde que empieza el libro hasta que acaba, cómo madura y las cosas que aprende. Uno de los mejores libros de literatura juvenil que he leído, con una gran ambientación. La adaptación cinematográficas es de las mejores que hay, con Emma Watson y Logan Lerman, la cual merece tanto o más la pena que el libro.
Mi reseña

Es la primera vez que hablo de este libro en el blog, ya que lo he leído hace muy poco: Algún día este dolor te será útil. James Sveck es un chico solitario e inteligente al que le gusta leer y trabaja en la galería de arte de su madre durante el verano, aunque aún no ha decidido si quiere ir a la universidad. La trama es bastante sencilla, al igual que la de El guardián entre el centeno, pero James nos ofrece una muy sarcástica visión del mundo y de sus aspiraciones. El libro me cautivó de principio a fin, sobre todo por su protagonista y sus reflexiones, con una prosa cuidada. Para mí ha sido como el primer libro mencionado pero actualizado y modernizado, con las inquietudes juveniles actuales. Existe una adaptación cinematográfica que es poco conocida, aunque bastante buena.

Estos tres libros se parecen en el buen sentido, con una ambientación y estilo parecido, aunque cada uno es igual de único. Los tres nos ofrecen los puntos de vista de adolescentes solitarios e inteligentes sobre la vida, el futuro o el amor, de una forma sarcástica y especial. Creo que si gusta alguno de estos tres es muy probable que gusten los otros dos. Los recomiendo mucho los tres y sus respectivas adaptaciones cinematográficas. 
Me gustaría saber si habéis leído alguno de ellos o si os llaman la atención. 

Ekaterina.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Las crisis existenciales no son leyendas urbanas

1 comentarios
   ¿Sientes qué aún no has descubierto tu papel en la vida? ¿Aún no sabes a dónde quieres llegar? ¿Sueles preguntarte cuál es tu razón para estar vivo o si lo que estás haciendo ahora tendrá algún sentido dentro de cinco años o un mes? ¿Tienes la sensación de que ni siquiera te conoces? Permíteme que te diga que tienes una crisis existencial.

 "He conocido a una persona.
Soy yo.
Voy a darme una oportunidad." 

   Estamos acostumbrados a encontrarnos con distintos personajes, ya sea en la literatura o en la ficción en una pantalla, que están constantemente preguntándose cuál es su fin o papel en la vida y hasta dónde están predestinados a llegar. Esos personajes suelen pasarse la mayoría del libro o película pasando por distintas situaciones que les hace darse cuenta de lo que están destinados a hacer al final de la película, de repente creen que todo tiene mucho más sentido que antes y se quedan como si no hubiese pasado nada. Final feliz. Fin. Créditos infinitamente largos con canciones de grupos desconocidos. Así es como se presentan las llamadas crisis existenciales en la ficción. Nuestro problema es que creemos que sólo forman parte de una idea bastante recurrente en los medios de entretenimiento. Respuesta incorrecta. Esto se debe a que no solemos encontrarnos con gente que tenga, sepa, admita o conozca este problema. No es que cuando hables con alguien sea algo como: "Sí, trabajo en una tienda, aunque no sé si me gusta. A mí también me gusta Juego de Tronos o eso creo ¡Ah! Pero ahora tengo una crisis existencial." 

   Siento decir que no, las crisis existenciales no son leyendas urbanas o sólo le pasa al personaje de un actor famoso. Puede ser que hayas pasado por esta fase de preguntas incesantes y que ni siquiera lo supieses, seguramente relacionándolo con una época de bajón emocional. 

   Primero empezaron las preguntas de ¿qué quiero hacer con mi vida? ¿Dónde me veo dentro de diez años? Casilla No sé. ¿Hacia dónde estoy llevando mi vida? Casilla Ni idea. ¿Quién soy o quiero ser? Cri-cri. Suele ser mucho peor si eres una persona que le da mucha vueltas a estas cosas. Casilla Mi caso.

   Después llegaron los agobios. ¿Quién tiene razón: la sociedad que me rodea y sus estándares favoritos o yo? ¿Soy yo la que está mal y todos los demás tienen razón? Incluso quise ser como la mayoría. Era algo que no me dejaba dormir por la noche. Incluso empecé a plantearme cambiar, moldearme con los estándares de lo que todo el mundo aprecia y le da importancia. Quería que la sociedad me aceptase, que marcase la casilla de apta para incluir en nuestro círculo de adaptados sociales. ¿Cómo iban a aceptarme los demás, cuyas opiniones no deberían tener ningún valor en mí, si ni yo me aceptaba? Yo no quiero ser un pez muerto.

"Solo los peces muertos 
nadan a favor de la corriente."

   Ahora tengo muchas preguntas respondidas, preguntas que sólo podía responderlas yo misma. He tenido que aprender a conocerme; y me ha costado, claro que me ha costado, mucho, pero ya sé que me conozco bastante más que hace un año. Siempre me había importado demasiado lo qué pensaban los demás de mí y lo que debería de ser para tener su aprobación. ¿Importa eso de verdad? Me gusta creer que no. Me agobié mucho más cuando descubrí qué era lo que me ocurría realmente, pero eso ha sido una de las claves que me ha ayudado a pasar la crisis existencial. No ha sido ni tan rápido ni tan fácil como en la ficción, creedme, nada fácil, y claro que todavía tengo muchas cuestiones que resolver. De alguna manera me alegro de haber pasado por esa etapa tan filosófica y con tantas preguntas, a pesar de haber sido tan dolorosa y con tantas preguntas, ha sido de gran ayuda.

   Lo mejor que puede hacer alguien es conocerse así mismo, muchos problemas se solucionan y otros mucho se evitan. Sé que ahora soy más fuerte emocionalmente, sé distinguir qué quiero y qué es lo que los demás quieren de mí. Si hace un año me hubiesen hecho preguntas sobre mí misma, no hubiese sabido responder ni una cuarta parte, confío en que ahora serían tres cuartas partes. Porque sí, las crisis existenciales existen y sí son una mierda, pero también son muy útiles. 

Recomendaciones:
|Un libro|: Algún día este dolor te será útil de Peter Cameron
|Una película|: Boyhood (Momentos de una vida)
|Una canción|: Sad girl de Lana del Rey